Una lavadora vieja se convirtió en una gran lámpara de pie para exterior. Me ayudó a representar a los Gorditos como una especie de explosión lumínica, saliendo ellos con fuerza de lo inservible y transformando un desecho en algo útil y único. En esta ocasión ellos son producto de unos cortes con rotaflex sobre las paredes laterales de la lavadora y muestran un color que les es añadido sobre trozos de metracrilatos que se colocaron en su interior.
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